03/03/2016

RECUPERAR INFORMACIÓN DE UN DISCO DURO AVERIADO


Pese a tomar medidas de prevención y realizar copias de seguridad, que un disco duro falle y podamos perder información valiosa entra dentro de las posibilidades del día a día habida cuenta de que el disco duro puede sufrir accidentes, errores de diversa índole, que tiene una determinada vida útil o algo tan básico como borrar por accidente un determinado archivo

Cuando un disco duro no es reconocido por nuestro sistema operativo, hace ruidos extraños o directamente parece "muerto", nos surge la duda de si podremos recuperar la información que contiene y cómo hacerlo, especialmente si no tenemos copia de seguridad, y la información perdida es importante. 

Dependiendo del tipo de error, tendremos que recurrir o no a una empresa especializada. Hay software y algunas comprobaciones que nos pueden ser de mucha ayuda para conocer la situación a la que nos enfrentamos y poder actuar en consecuencia para recuperar la información perdida en un disco duro. 

Tipos de fallo en un disco duro: cómo reconocerlo

Hablar de que un disco duro está averiado nos puede servir de entrada para ponernos en alerta pero debemos afinar mucho más el diagnóstico para conocer de qué manera podemos actuar para tratar de recuperar la información. Decimos la información porque lo habitual es que si un disco duro ha sido dañado, lo más probable es que podamos recuperar la información pero no seguir usando esa unidad con seguridad.

Ante un disco duro averiado lo primero que debemos conocer es si se trata de un fallo físico o de software.

Que el fallo del disco duro sea físico/electrónico o lógico/software va a determinar que podamos solucionarlo nosotros mismos y la cantidad de información que se podrá recuperar.

Los fallos físicos de los discos duros suelen requerir la intervención de empresas especializadas, con un coste alto para el usuario doméstico. En todo caso el disco ya no se podrá usar más con seguridad.

Fallo físico

Empezaremos analizando la parte física y para ello, si es un disco duro interno, lo más cómodo es retirarlo de su lugar habitual pero manteniéndolo conectado, de manera que lo podamos manipular cómodamente. No hay que olvidarse de descargarnos de electricidad estática antes de cualquier operación con él.

Una vez extraído el disco duro debemos comprobar si al encenderlo el disco duro gira o emite ruidos que no podemos asociar al habitual cuando hemos estado funcionando con él normalmente. Si al ponerlo en funcionamiento no hace ruido, ni parece que los discos giren (en el caso de los mecánicos), hay que asegurarse que no es problema de la alimentación. Lo mejor es revisar que los cables están bien conectados y no hay desperfectos en ellos. Si pese a todo sigue sin hacer nada, podemos probar a cambiar los cables para descartar que esté ahí el fallo.

Otra comprobación sencilla y directa para desechar que el problema sea de alimentación del ordenador y no del disco duro, es conectarlo a otro ordenador directamente o por medio de una carcasa externa (si funciona, el problema puede estar en la fuente de alimentación de nuestro equipo).

Además de lo relacionado con la alimentación, entre los fallos electrónicos de un disco duro hay que considerar los relacionados con la placa lógica del disco (PCB). Hace unos años, buscar un modelo exactamente igual y cambiar la PCB podía servir en casos muy concretos, pero esa tarea que parece de entrada sencilla es casi imposible de realizar con discos actuales, los cuales tienen algunos componentes como los cabezales parametrizados para ese disco en concreto.

En estos casos es recomendable tratar de buscar solución a temas de PCB en servicios técnicos que cuentan con entorno, herramientas y piezas que podrían servir para recuperar la información que ha quedado inaccesible en el disco duro.

Por otra parte, si al conectar el disco duro éste se enciende pero emite ruidos extraños (el típico es un clac-clac repetitivo) hay que empezar a pensar que el problema es mecánico y debido a errores de lectura del cabezal por un desplazamiento del mismo o a que los platos están dañados.

Aquí un pequeño inciso: si escuchaste alguna vez el "truco" de congelar el disco duro, salvo que tu unidad sea muy antigua y de muy baja capacidad, mejor no lo intentes. No funcionará con los nuevos materiales de los platos, que ya no se ven afectados a ese nivel por el calor, y hay más riesgos de perder los datos completamente que de solucionar el problema.

Continuemos. Estos fallos de cabezales se pueden deber a golpes, vibraciones continuas o degradación de la emulsión. Además de por el ruido repetitivo (también puede arrancar con ruido y luego apagarse de golpe), lo habitual es que la unidad no sea reconocida por la BIOS y suela fallar el arranque del sistema.

En la mayoría de los casos de fallos físicos o electrónicos, se va a requerir la intervención de una empresa especializada que realizará cambios o limpieza del cabezal, trasplante de platos, reparación de módulos de firmware, etc.

Una regla importante a cumplir con cualquier fallo del disco duro es que, si logramos recuperarlo o que funcione un tiempo suficiente, lo primero que se debe hacer es realizar un clonado del mismo para tratar de recuperar la información en esa copia y no en el disco dañado, que en cualquier momento puede volver a fallar y perderíamos definitivamente toda la información.


Fallo lógico

A la hora de tratar de recuperar información de un disco duro averiado, la mejor de las situaciones es que el daño no sea físico (o éste solo haya provocado sectores defectuosos) sino un fallo lógico.

Los motivos pueden ser numerosos: un formateo no premeditado, corrupción de ficheros, borrado de determinados documentos o incluso algún virus. En muchos de estos casos, el usuario con ayuda de software específico puede recuperar toda o parte de la información.

Partiendo de la situación en que el sistema operativo arranca pero o bien una partición, disco duro externo o incluso zonas del interno, no son accesibles, hay diferentes caminos que podemos tomar para tratar de salvar la información.

Si nuestro disco tiene sectores defectuosos deberemos actuar lo antes posible para que la información que podamos recuperar sea la máxima posible.

El fallo de los sectores puede venir provocado por degradación del propio disco duro o por fallos puntuales del cabezal. El disco duro será accesible parcialmente y la actuación deberemos hacerla inmediatamente para evitar que el problema se vaya agravando. Lo habitual es que notemos los síntomas por una ralentización repentina del funcionamiento del disco duro o incluso ruidos cuando se trata de acceder a la zona afectada por esos sectores defectuosos.

Aunque se puede recuperar la totalidad de la información si el daño no es físico, incluso la de los sectores defectuosos, no hay una garantía del 100% de que ocurra siempre así, y el disco, incluso reparado, deja de ser fiable para almacenar información importante y que nos preocupe perder.

Lo primero a realizar, si el sistema operativo arranca y pensamos que hay errores en sectores, será un diagnóstico del disco duro, lo cual podemos realizar con la propia función incluida en Windows para comprobar si hay errores del disco, y desde ella también podremos aplicar soluciones.



O podemos utilizar herramientas gratuitas como CrystalDiskInfo bastante más completas. Video de YouTube Crystal Disk Info.

Si con esta acción no queda solucionado el problema, podemos recurrir a software (de pago) especializado en reparar sectores dañados como HDD Regenerator,que trabaja en los sectores con fallos de magnetización. Una vez acabado el proceso de recuperación llega la hora de realizar un clonado del disco duro para iniciar la recuperación de la información de esa unidad.

Este programa elimina sectores físicos erróneos, debidos a fallos de magnetización, en una superficie de unidad de disco duro. No oculta los sectores erróneos, sino que realmente los restaura. Esta tecnología es independiente del hardware, soporta muchos tipos de discos duros y repara los daños que incluso, el bajo nivel de formato de disco no puede reparar. Debido a la forma en que se haga la reparación, la información existente en la unidad de disco no se verá afectada.

Si estos métodos no funcionan, hay que recurrir a métodos más agresivos como el formateo a bajo nivel que nos proporcionan herramientas como HDD LLF o Lowvel. En estos casos la información ya no será recuperable pero podremos obtener una unidad de disco donde, aislando los sectores defectuosos en una partición, poder darle un uso no esencial pues será cuestión de tiempo que el disco pueda volver a fallar.


Fuente: Xataca




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